Los tiempos en que la crisis global golpeaba duro a la región tal vez hayan quedado atrás y hoy las oportunidades para la minería latinoamericana se muestran más palpables, aunque, también hay que reconocerlo, aparecen alertas en el horizonte como el incremento en los costos por efecto del auge de los precios en bienes básicos que está elevando los valores de materias primas fundamentales en las operaciones mineras.
Pero, además, en los últimos meses se han sumado las estrepitosas caídas de los mercados bursátiles europeos, primero por la posibilidad de cesación de pagos en Grecia y el posible contagio de España y Portugal y, luego, más cerca en el tiempo, el temor a la cesación de pagos de Estados Unidos, con lo que los fantasmas de una crisis profunda como la de 2008 sobrevuelan las economías globales.
Con todo, el aumento del precio de los bienes básicos (commodities), sumado a la debilidad del dólar estadounidense han permitido que la industria minera en Latino América se deleite con un panorama que promete buenas oportunidades.
Según un informe del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (CESCO), el precio promedio del cobre a finales del año pasado alcanzó US$317,28/Libra, lo cual representa una subida del 23,6% respecto al año anterior. Además, hay que sumar el aumento de las inversiones en bienes básicos en países emergentes frente a la crisis que azota a los Estados Unidos y Europa, frente a los cuales, la región latinoamericana florece ante los ojos de los inversionistas.
Sin embargo, todas las compañías mineras consiguieron en la región altas utilidades sin alcanzar el récord logrado en 2008, debido al aumento de los costos de producción, los cuales han crecido a un ritmo del 25% anual.
Según datos de MPA-Business News Americas, los ejemplos más recientes sobre incrementos de costos se pueden observar en los proyectos Cerro Casale y Pascua Lama que se desarrollan en Argentina y Chile. La minera canadiense Barrick Gold elevó los costos de capital previos a la producción para su proyecto aurífero Pascua Lama a entre US$4.700 y US$5.000 millones, mientras que anteriormente se proyectaban entre US$3.300 y US$3.600 millones.
A su vez, Barrick Gold también elevó el costo de capital a US$6.000 millones para Cerro Casale, proyecto de oro y cobre localizado en el norte de Chile y en el que controla el 75%. Anteriormente el costo se estimaba en US$4.200 millones.
Los proyectos en Argentina y Chile también se están viendo perjudicados por el sostenido incremento observado en la demanda de recursos debido al gran número de minas que se están construyendo o que están en etapa de factibilidad.
Inversiones
Sólo por dar un ejemplo, Argentina espera para los próximos años inversiones por más de 130.000 millones de pesos y la construcción de al menos 15 nuevos proyectos internacionales, según aseguró el secretario de Minería, Jorge Mayoral, en el marco la Feria de Exploradores y Productores Mineros del Mundo (PDAC 2011), en Toronto, Canadá.
Argentina batió el récord de inversión con 10.800 millones de pesos en 2010, lo que constituyó una marca histórica, mientras que el valor bruto de la producción minera ascendió a 27.286 millones de pesos, estableciendo otro récord. Esta última cifra significó un incremento bianual del 63,8% respecto de 2008, año en que la producción alcanzó los 16.665 millones de pesos, y un crecimiento acumulado de 568,77% en relación con 2003, según datos de la Secretaría de Minería de Argentina. En términos de exploración, Argentina totalizó 730.000 metros perforados para búsqueda de nuevas reservas y yacimientos.
En los próximos diez años América Latina tendrá un auge en inversión minera. Países como Chile, Colombia y Perú recibirán inversiones entre los US$24.000 y US$60.000 millones.
La fiebre del oro
En tanto, el precio del oro llegó a su máximo histórico y la tendencia alcista que se registraba tras la crisis continúa presente. Ante esta situación, las empresas mineras a nivel global y las que operan en Argentina aprovecharon la coyuntura. Sólo por dar un ejemplo, las ventas argentinas de oro al exterior alcanzaron cifras récord y totalizaron US$ 2.014 millones en el último año.
Ante ese panorama, los grandes jugadores internacionales aprovecharon las ventajas coyunturales incrementando las inversiones y el presupuesto para nuevas exploraciones.
A decir de los especialistas, está todo dado para que en lo que resta de 2011 América Latina pueda concluir un año cargado de bonanzas gracias al potencial de la región y la coyuntura económica global que seduce a los grandes inversores a apostar por la región.